Basura electrónica: da a los residuos tecnológicos un final sostenible

El avance tecnológico trae consigo un desafío: la basura electrónica. Desde teléfonos antiguos hasta equipos que ya no se usan, estos residuos pueden convertirse en un problema ambiental o en una oportunidad para un futuro más sostenible.

Pero, ¿cómo gestionar los desechos tecnológicos de manera responsable y contribuir al cuidado del planeta? ¡Logra que la tecnología tenga un impacto positivo hasta el final!

La sostenibilidad, una responsabilidad común

Un desarrollo sostenible implica satisfacer nuestras necesidades presentes sin comprometer a las futuras generaciones. Esto consiste en encontrar el equilibrio entre el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Para ello, la gestión adecuada de residuos electrónicos es crucial para minimizar la contaminación y asegurar un futuro para la naturaleza.

Desde las administraciones, se han adoptado diversas políticas y regulaciones para fomentar la sostenibilidad y la gestión responsable de la basura electrónica. Tanto la Directiva sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, como la Estrategia Española de Economía Circular, buscan reducir la generación de residuos y promover la reutilización de materiales.

Estas iniciativas no solo tratan de beneficiar al medio ambiente, también suponen nuevas oportunidades de negocio como “chatarreros” electrónicos. Entre estos, destacan tres proyectos españoles:

• Éxxita Be Circular: se ha convertido en un referente nacional en la gestión inteligente de residuos electrónicos. Utilizan inteligencia artificial para alargar la vida útil de los dispositivos, que en pocos años ha transformado una tienda de reparaciones en un Hub de innovación.
• Recyclink: un proyecto se centra en la recuperación y reciclaje de residuos electrónicos, específicamente en la plata de sensores, cableado y pantallas. Además, desarrolla tintas y procesos más sostenibles, contribuyendo a la economía circular.
• Plastice: a pesar de que su enfoque principal es el plástico, su metodología y tecnología pueden aplicarse a la gestión de residuos electrónicos, reduciendo tanto la cantidad de desechos como las emisiones de gases de efecto invernadero.

Opciones responsables y sencillas de deshacerte de tus residuos tecnológicos

Para abordar este problema, es fundamental adoptar prácticas sostenibles que permitan gestionar los dispositivos en desuso u obsolescentes de manera responsable. Estas opciones dan ideas a las pymes para que sus residuos no impacten negativamente en el medio ambiente:

• Reducir: la estrategia más efectiva para disminuir los residuos electrónicos es reducir su generación. Opta por dispositivos de alta calidad y durabilidad para evitar reemplazos frecuentes y combatir la obsolescencia programada. Además, elige productos con certificaciones ecológicas y eficiencia energética para reducir el impacto ambiental.
• Reutilizar: en muchos casos, los dispositivos pueden tener una segunda vida si se reutilizan adecuadamente. Si tu pyme no tiene capacidades para reacondicionarlos, dónalos a organizaciones benéficas, escuelas o comunidades necesitadas. Además, algunos fabricantes y minoristas ofrecen programas de recompra o intercambio que permiten devolver sus dispositivos antiguos a cambio de descuentos en nuevas compras.
• Reparar: antes de desechar un dispositivo, considera la posibilidad de arreglarlo. La reparación prolonga la vida útil del producto y reduce la demanda de nuevos recursos y, en consecuencia, la generación de residuos. Puedes aprender con cursos gratuitos, o contratar un servicio especializado para repararlos de manera eficiente.
• Reciclar: varios componentes de los dispositivos electrónicos contienen sustancias tóxicas. Estos deben ser correctamente desechados para mitigar su impacto negativo y el potencial daño que causan. Además, muchos dispositivos contienen oro, plata y cobre, que pueden ser reutilizados en la fabricación de nuevos productos.

Para lograr que nuestro impacto medioambiental sea el mínimo posible debemos tener en cuenta estas opciones, además de que al seleccionar nuevos dispositivos, es importante prever que haremos con ellos una vez dejen de funcionar o debamos renovarlos.

Gracias a las regulaciones europeas y nacionales, los productos electrónicos deben facilitar información relevante sobre los mismos, cómo la eficiencia energética o la reciclabilidad de sus componentes.