Colmado Múrria, una tienda de ayer y de hoy
10 de diciembre de 2015
Uno de los elementos más característicos del Eixample de Barcelona son sus "chaflanes", y uno de los tipos de comercio, históricamente propios, de estos cruces han sido las tiendas de víveres. Tanto es así, que durante muchos años, siempre hubo un colmado en uno de los cuatro chaflanes de cada manzana, pero las nuevas formas acabaron con casi todos. Sólo unos pocos han sobrevivido y en la esquina de la calle Llúria con Valencia encontramos el más emblemático, el Colmado Múrria.
Este es un establecimiento modernista, que abrió sus puertas en 1898 como tostador de café y barquillos. Su primer propietario fue Joan Soler, quién lo regentaba con el nombre de la Purísima. En 1943, Josep Múrria y Pinyol se hizo cargo de la tienda que, poco a poco, se fue especializando en la venta de productos gourmet y de alta gastronomía. Su hijo, Joan Múrria Boada, tomó el testigo de la responsabilidad del negocio en 1969 y, desde entonces, ha trabajado para mantener los estándares de calidad y servicio que han hecho de este establecimiento una tienda única en nuestra ciudad.
"A lo largo de nuestra historia hemos mantenido siempre los mismos valores: el diálogo, la confianza y la mutua exigencia cliente-comerciante. También, el trato humano, la calidez profesional, el saber escuchar y conocer los clientes. La satisfacción del cliente es nuestra tarea y nuestra filosofía"
El Colmado Múrria está especializado en productos de proximidad, quesos artesanos de granja y de ganaderos, embutidos de pequeños productores, delicatessens de todo el mundo y varias “exclusividades Múrria” de alto valor gastronómico.
"Fieles a la filosofía gourmet, nos decantamos hacia productos naturales, sin aditivos ni conservantes y de producción responsable, sean de kilómetro 0 o no"
Centenares de botellas de vinos y licores se disponen ordenadamente en las estanterías centenarias del Colmado Múrria, junto con botes brillantes de confituras y conservas exquisitas y de altísima calidad. No es extraño dudar, pues, ante la magnánima oferta de producto, pero el buen hacer de los que atienden este establecimiento, sus años de oficio detrás del mostrador, y sus consejos son suficientes para salir de la tienda con una bolsa llena de cultura gastronómica adaptada a los gustos de cada uno.
"Nuestros clientes son vecinos del barrio -atendemos ya a los nietos de los primeros clientes de mi padre-, además de a muchos extranjeros residentes en el Eixample, además de turistas que llegan con las guías en la mano. Unos y otros tienen en común el hecho de ser clientes mucho más informados y exigentes que años atrás"
Sobrevivir a los tiempos no ha sido una tarea sencilla. Por el camino otros muchos negocios han tenido que bajar persianas. El Colmado Múrria ha sabido encontrar las herramientas para no hacerlo.
"La oferta en alimentación en Barcelona es muy amplia, así que constantemente estamos atentos a cualquier opción que contribuya a continuar manteniendo nuestra singularidad. Lo hacemos investigando, viajando, recogiendo información e incorporando novedades constantemente. Al mismo tiempo, además de criterios económicos, priorizamos los valores éticos, tanto en aspectos sociales como medioambientales. Para nosotros la ética es fundamental y aplicarla a cada producto que adquirimos es nuestra filosofía. También tenemos algún “pequeño secreto” que no desvelaremos...."
Ya desde la calle, la antigua tienda te atrapa con su fachada, los letreros y anuncios modernistas en vidrio tintado al fuego, como el de Anís del Mono y de Codorniu. Ambos son copias de un póster original del pintor Ramon Casas que fueron realizadas a comienzos del siglo XX cuando se inauguró la tienda. En el interior, los muebles originales de pino y de caoba y los centenares de productos en las estanterías, hacen de este establecimiento un icono del Eixample y una inmejorable excusa para acercarse a esta parte de la ciudad.
"Nuestra privilegiada situación en el céntrico Eixample barcelonés, con parking gratuito para los clientes, favorece la costumbre de pasear y disfrutar del comercio de proximidad. El consumidor se está dando cuenta, cada vez más, del valor diferencial que ofrece este tipo de comercio. Trato profesional, cálido y humano son valores relevantes de nuestra forma de hacer y que ofrece el pequeño establecimiento especializado, donde el personal está muy bien formado e informado del producto que se oferta en su tienda"
El Colmado Múrria, desde sus inicios, ha sido abanderado de estos valores propios del comercio de proximidad, habiendo sido merecedor, a lo largo del tiempo, no sólo de una clientela fiel y una admiración generalizada, sino de varios premios y reconocimientos oficiales, como la "Medalla de Honor de Barcelona", el premio a "La Millor botiga del món" concedidos por el Ayuntamiento de Barcelona o el "Top Ten" de Turismo de Barcelona o un premio FAD, entre otros.
Navidad en el Colmado Múrria
La época de Navidad es uno de los periodos del año, en el que el Colmado Múrria brilla especialmente. La oferta de alimentos tradicionales es todo un espectáculo, igual que la costumbre de muchos barceloneses de acercarse hasta este establecimiento del Eixample para llenar sus cestos para la mesa de Navidad.
"Coincidiendo con esta época del año, tenemos barquillos hechos a mano, turrones de jóvenes pasteleros creativos, cavas y vinos catalanes, quesos con trufa blanca, salmón salvaje, caviar catalán y del Mar Caspio, ... y otras muchas exquisiteces que nada mejor para conocerlas que venir a visitarnos..."
Si tenéis, pues, la oportunidad, no dejáis de visitar esta tienda centenaria y mítica del chaflán de Llúria a la altura de la calle Valencia,... lo que encontraréis no os defraudará.